No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

Mi otro San Valentín

¿Conocéis a mi amigo Sem? Espero que sí. Y si no es el caso, deberíais. Sem es un tipo genial. En muchos sentidos. Es una de esas personas que siempre tiene la frase perfecta. Incluso la arenga perfecta. Y encima, desborda creatividad e ingenio. Su última ocurrencia: celebrar en este 14 de febrero nuestro otro San Valentín.

He contado esto muchas veces. Cuando nació este blog, hace ya más de seis años, tenía escaso contacto con el resto de la blogosfera. Y pasado un tiempo empecé a toparme con otras blogueras y algún que otro bloguero contando historias de madres y padres. No escribía mucho por aquel entonces, pero aquello me animó a seguir, y a crecer. A armarme con mi teclado y a escribir.

Porque como nos dice Sem, el teclado, el blog personal, escribir y compartir, es una prolongación nuestra. Es un bolsillo del que siempre puedes sacar un caramelo, o en el que refugiar las manos cuando hace frío. Es un alféizar en el que asomarte o en el que esconderte. Los blogs son especiales. Porque tú no eliges a tu público, sino que te lanzas al abismo, y los demás eligen o no leerte a ti.

Y esto no lo he contado nunca, ni siquiera a mi amigo Sem: uno de los blogs que fui descubriendo allá por 2014 fue precisamente el suyo. Y me pareció tan especial y chulo –no encuentro una palabra mejor, es la que me surge– que se convirtió en uno de los espejos en los que inspirarme. Es uno de los regalos que me trajo el teclado. Y con el tiempo, una serie de conexiones y más alféizares a los que asomarme. Gracias al blogging he conocido gente de medio mundo, he compartido charlas y discutido soluciones y teorías, he reído y he llorado, he ayudado y me he sentido levantado del suelo y consolado, espero haber enseñado algo y he aprendido mucho, sobre todo de mí mismo. Pero por encima de todo he hecho amigos y amigas.

Y puedo decir con cierto orgullo que Sem es amigo mío. De esos que me ha regalado el blogging y el 2.0. De esos que da igual que no los vea en todo el año porque siempre está ahí y hablo con él casi más que con mucha familia. De esos a los que me gusta decirle "te quiero, tío". Y no es el único. Porque nos une esto de compartir nuestras cosas, esto de amar nuestros teclados, nuestros blogs, y esto de escribir. Compartimos nuestro otro San Valentín. Así que bajemos a jugar al campo, escribe, abre una ventana, saca un caramelo de tu bolsillo, ábrete un blog. ¡Y celebrémoslo!

¡Que la Fuerza os acompañe!
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Comentarios

  1. ¡¡Ufff... Ufff... Y Reufff...!! ¡Wala, chaval...! ¡Qué bonito, tío...! ¡Y yo que creía que ibas a hacer un post sobre Leia Organa... jajaja! ¿Ves? Todo lo que he puesto en el post esta mañana... ¡Es que es cierto! ¡Todo lo que me podría haber perdido de no haber tomado la decisión de coger un día y ponerme a escribir! Gente guapa como tú, como los papás blogueros, como tantas otras mamis blogueras... ¡¡Tantas y tantas cosas he aprendido y sigo aprendiendo!! Es una pasada... Y lo mejor de todo ¿sabes qué es? Pues que todas estas cosas tan fantásticas terminarán repercutiendo en nuestros queridos pequeños, de una u otra manera. Aquí, todos ganamos. Y eso es una auténtica maravilla.

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  2. Pues es verdad, dedicamos mucho esfuerzo y cariño a nuestros blogs, y a los blogs de los demás. Feliz San Valentín

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