No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

Viernes dando la nota #87:
Viajes ficticios en tren a cualquier sitio

Porcupine Tree - Trains / Arriving Somewhere But Not Here / Anesthetize

Hoy vamos a empezar algo más tranquilitos, más suaves, que últimamente solo os traigo rock del contundente. Pero no relajéis tampoco. Un poco de –buen– rock progresivo nunca viene mal, y el que tenemos hoy tiene su puntito de música ambiental. Porcupine Tree es una banda de rock inglesa, creada a finales de los 80, el proyecto más exitoso de Steven Wilson. Rock psicodélico, rock progresivo, música ambiental y, en sus últimos trabajos, acercándose algo al heavy metal. Wilson, músico autodidacta amante de diversos géneros musicales, montó la banda junto a su amigo Malcolm Stocks como una parodia de grupos progresivos de los años 70, como Pink Floyd, paralelo a otro de sus múltiples proyectos, No-Man. De hecho, la idea era montar una banda ficticia, Wilson compuso varias canciones, y entre los dos crearon la biografía de la banda, la de sus miembros y los títulos de los álbumes. Todo este invento incluía muchos detalles y anécdotas, como numerosas idas y venidas de la cárcel por parte de sus falsos miembros, o cómo se conocieron en un concierto de rock en los 70.



Según el propio Wilson, “lo único que quería hacer, ya que me encantaba la psicodelia de los 60 y 70 y la música progresiva, era hacer una copia de todo eso”. La broma resultó un éxito, pasando de mano en mano y de boca en boca, incluso un sello se ofreció a reeditar los discos de Porcupine Tree. En 1993 la bola de nieve había rodado y crecido tanto que la banda ya estaba en condiciones de admitir nuevos miembros y empezar a dar conciertos.



Los discos fueron publicándose, y la banda se forjó un nombre respetado dentro del rock progresivo en la década de los 90. Incluso Wilson comenzó a colaborar con Marillion, una de sus bandas fetiche de su adolescencia. Han pasado por etapas, adquiriendo y añadiendo influencias, desde estilos más trabajados vocalmente, inspirados por el Pet Sounds de The Beach Boys, a sonidos más metal en los últimos trabajos, o incluso toques avant-garde. En 2009 publicaron su décimo álbum, The Incident, un CD doble, con un tema de 55 minutos que ocupa por completo uno de los discos. Los temas que he elegido son largos, pero no tanto. Cada uno pertenece a un disco diferente, todos del 2002 en adelante, pero en orden cronológico.



Un viaje largo, pero una gozada de viaje. Que disfrutéis de una buena semana.

¡Feliz #VDLN! ¡Y que la Fuerza os acompañe!
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[EDITADO]
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