Ya pasaron las fiestas. Y este año, a pesar de que en la
Academia-Jedi hemos tenido momentos muy
especiales y mágicos, no he publicado nada sobre ello. Otros años, incluso me sentí con el impulso de escribir la misma
Noche de Reyes después de prepararlo todo bajo el árbol de Navidad, a la espera de que se desatara la
magia. Pasaron las fiestas, sí, pero sigo encontrando relatos y recuerdos, y algún que otro
debate sobre ciertas cuestiones.
¿Existen los Reyes Magos?
•
La respuesta es tan
ridícula como la pregunta, obviamente. En realidad la cuestión va sobre si mantener o no
la mentira y el engaño de
Papá Noel o los Reyes con nuestros pequeños. Mi amiga
Itzel lo explica a la perfección es
este post, y lo hemos comentado entre amigos, todos con criaturas en casa. Las madres y padres le damos muchas vueltas a todo esto, no nos gusta mentir a nuestros hijos, y no queremos que la mentira sea algo habitual en nuestra crianza. La sombra del desengaño o las
expectativas frustradas están siempre ahí. Y las cuestiones y
connotaciones religiosas son otro tema que a algunos nos rechina, y hasta nos repele. Y como casi siempre, la respuesta y las mejores herramientas que tenemos para afrontar esto son el respeto, el cariño y el
sentido común.
•
Pienso que todo es mucho más
natural y orgánico de lo que nos planteamos los adultos a veces, aunque como es normal le demos muchas vueltas a todas estas
dudas. En su proceso de aprendizaje y autoconocimiento, ellos piensan antes que nosotros en
sus propias respuestas, en una que les valga en casa situación. Y las disfrutan y las asumen con naturalidad, a su ritmo, y conforme a
su necesidad de entender hasta este punto o hasta aquel otro. Nuestra misión también está en ayudarles a que sus respuestas y soluciones no sean equivocadas o
perjudiciales.
•
Mis
padawanes, con
siete años recién cumplidos, ven que algunos de sus amigos y amigas van a
clase de religión, a ver procesiones o asisten a misa. Y otros que, como ellos, no lo hacen. Y no le dan importancia. Unos creen en unas cosas y otros en otras. A unas familias les gusta
Papá Noel y les piden regalos al acercarse la
Navidad. Y otros, como en nuestro caso, a los que nos ilusionan más los
Reyes Magos. Aún no siendo religiosos.
Y no pasa nada. Ellos lo ven y lo viven
con normalidad. Al final, no es tan complicado como nos lo montamos los adultos en la cabeza –es normal, yo también lo hago– como para ellos. Lo miramos y procesamos desde
nuestro punto de vista, con nuestros filtros adquiridos –incluido el religioso–, nuestras vivencias y nuestra
tendencia a racionalizarlo todo, pero para ellos es aún todo más orgánico y más natural, porque en su manera de ver el mundo aún
sobrevive esa espontaneidad y esa magia. Y no pasa nada.
•
De hecho, en uno de esos momentos especiales de estas fiestas que os decía al principio,
mi pequeña Leia ha participado de la
cabalgata de Reyes del pueblo, ha visto a la directora de su cole pintada de negro como el
Rey Baltasar repartiendo regalos y caramelos. Incluso ella misma iba en la carroza vestida de paje y
con la cara pintada de negro. Y no pasa nada. ¡Es normal! Ella ha vivido
la mentira desde dentro, y aún así, la noche del 5 de enero vienen los Reyes y les traen
regalos.
•
Yo mantengo la misma idea: no hay intención ninguna de que crezcan creyendo en el cuento de los
Reyes de Oriente. Pero no me gusta ni quiero frustrar la
ilusión de nadie, empezando por la de mi hija y la de mi hijo. Ni que ellos le
spoileen el secreto a otros. Así que asumo la
tradición y la herencia cultural. Como decía hace un par de años, para disfrutar de los cuentos de hadas o de
Star Wars no hace falta creer en Campanilla, o en el
Maestro Yoda. Yo no puedo permitirme robar la magia y la ilusión de los
Reyes Magos a mis hijos, ni a los demás. No quiero que se pierdan ese
proceso de aprendizaje y esa revelación poco a poco de la realidad, que la descubran a su ritmo y según su curiosidad y sus necesidades.
•
Para ciertas cosas, como ésta de la magia de la Navidad, merecen vivir la
experiencia y disfrutarla. Son sus séptimas navidades, y como si fueran también las mías. No sé cuántas más como estas, intensas, inocentes y envueltos de magia, sonrisas y
papel de regalo, nos quedan por vivir en la
Academia-Jedi, pero nos acercamos al final de temporada, al desenlace. Una cosa sí tengo clara, ya sé lo que quiero pedir para próximas noches de Reyes: evitar los
spoilers antes de tiempo y no arruinarles la película, y que descubran el secreto
cuando toque.
•
Pero esta es sólo
mi opinión. ¿Y la vuestra?
¡Que la Fuerza os acompañe!
Suscríbete
Mi enano va a cumplir 10 en un mes largo y aún cree. Es que ni se lo plantea. Y me da que va a tardar en pillarlo siendo como es. Tampoco pienso desilusionarlo si aun cree en la magia, el ratón Perez y demás. Ya tendrá tiempo de vivir la realidad y recordar con cariño los tiempos mágicos que ahora vive.
ResponderEliminarPues eso. Yo creo que no hay necesidad, y ya les llegará de forma natural, y cuando sea conveniente para cada uno ;)
EliminarMis mellizos de 8 creen, aunque empiezan a hacerse preguntas. Pero creen, con muchísima ilusión. Y a pues juntillas. No somos religiosos. Ni del Norte. Ni catalanes de pura cepa. Pero heredamos tradiciones y las disfrutamos. Así que mis hijos creen en Papá Noel. Y en el Tió que caga chuches en casa y bicis en casas ajenas. Creen en el Ratoncito Perez, qué trae monedas, aunque a Meganito le trajeron un avión de juguete. Y creen en los Reyes Magos. En los tres. Como yo creía a los 6 años cuando hice de paje negra y me pinté la cara junto a Baltasar. Y un día sospeché. Y otro me hice la loca. Y otro investigué armarios. Y luego tuve hermanas pequeñas y hice de paje oficial... La ilusión es tremenda y preciosa, yo no les quiero robar eso a mis hijos con cosas de adultos. Ya suficiente que adultizamos su mundo constantemente. Y como dicen mi par de dos: si crees, sucede, lo importante es creer. :)
ResponderEliminarMuy bien! Lo importante es su ilusión ;)
EliminarEs un rompedero de cabeza, a ratos inicio conversación con ella, y luego me pregunto ¿me estará entendiendo? ¿estare frustrando la magia y el mito?.... muy difícil
ResponderEliminarEs algo que hay que gestionar, o mejor, dejar que ellos mismos lo gestionen. si tienen curiosidad o dudas, serán ellos mismos los que busquen respuestas. A su ritmo y necesidad.
EliminarCangrejito tiene 10 y el cree en PapaNoel. Dice que hay niños que no creen, pero él sí.
ResponderEliminarPues muy bien! Ha decidido disfrutarlo! ;)
EliminarTotalmente de acuerdo. Para nosotros es un juego... como un juego de rol en el que te metes en la historia hasta las pestañas y la vives intensamente. El juego de la magia, de la ilusión, de dar más emoción a la vida... No lo vivimos como una mentira. este año el mayor me vino con el tema de que ya sabía que los Reyes magos no existían, pero que quería seguir jugando porque de otra manera las Navidades son más rollo, a pesar de que los regalos lleguen igualmente. Es que no es lo mismo...
ResponderEliminarjeje son geniales! ;)
Eliminar