La semana pasada nos golpeaba y aturdía la noticia de
menores que eran separados de sus padres y encerrados en jaulas para presionar a sus familias que cruzaban la frontera entre México y Estados Unidos. En la comunidad de
@PapásBlogueros, como en muchas otras, quisimos dejar clara
nuestra postura y los sentimientos que nos producía esta
barbaridad, con
un artículo escrito a seis manos y sobre la marcha entre varios compañeros. Hoy quiero rescatar en este blog parte del relato, la escrita por mí.
Niños enjaulados: los monstruos existen
No he querido escuchar
el famoso audio en el que se escucha a niños y niñas
separados de sus padres a los que llaman desconsolados y aterrados,
encerrados en jaulas en un centro de detención de Texas. No he soportado más que unos segundos. Eso y las imágenes y notas que circulan por las redes han sido suficientes. No quiero ni siquiera pensar en
cómo puede sentirse un niño o una niña como los míos en una situación así. Y aunque no fuera padre, me parece
abominable.
No me imagino la mente de los que hayan pensado que separar a
criaturas de pocos años de sus padres y enjaularlos, solos y con
miedo, pueda ser aceptable. No digo ya legal, legítimo o moral, sino tan solo
humanamente aceptable. Para mí un procedimiento o una política que respalde un
chantaje y una
tortura así sólo se merece una palabra:
crimen.
Y sin embargo, más allá de vídeos virales, tuits, comunicados de ONGs, ACNUR y
artículos indignados– como éste– en la prensa, y movimientos civiles, no veo a ningún país de la UE o a la Comisión Europea pidiendo explicaciones a la
administración Trump, rompiendo relaciones con USA, o protestando siquiera. Y al crimen se le suma la
vergüenza.
Y todo para levantar
otro puto muro, en otra puta frontera. Cada país tiene derecho a gestionar sus fronteras y su
política migratoria, pero no hay muro que valga personas sufriendo, o huyendo. ¿Qué clase de país, de mundo, permite que se separe a criaturas de sus padres y se les
enjaule solos y asustados?
Ha hecho falta que se sepa que
más de dos mil niños y niñas sufren esta tortura "legalizada" desde abril y que medio planeta se muestre
horrorizado por las imágenes y los llantos de las criaturas, para que ahora el
"líder del mundo libre" anuncie que pondrá
fin a esta crueldad.
Ahora decidle a esos niños y niñas que los
monstruos no existen.
P.S.: Puedes leer el artículo completo escrito a medias entre
Fernando (
Historias de papaLobo),
Sem (
Y yo con estas barbas) y yo mismo, y editado y coordinado por
Joaquim (
#Papanoara y
Papás Blogueros), en
este enlace.
¡Que la Fuerza os acompañe!
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Siempre han existido, pero lo que hemos visto no tiene nombre.
ResponderEliminarUltimamente estoy en otras cosas y apenas miro noticias y demás. Muchas gracias por mostrarlo y ojalá no ocurran estas cosas nunca más, aunque lo dudo mucho :(
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