Hoy os hablo del 
Go Home on Time Day (
#GHOTD), el Día de cumplir el horario laboral, salir a tiempo del trabajo y disfrutar de la vida privada, que se celebra este año el 
24 de septiembre. Una 
iniciativa que nos llega desde Reino Unido promovida por la organización para la conciliación 
Working Families, en el contexto de la Semana Nacional Work-Life que se celebra desde el año 2000. En España esta idea es aún poco menos que un sueño, pero en 
#mamiconcilia y la plataforma 
Mujeres Directivas han decidido darle voz y apoyarla, informando a trabajadores, empresas y organizaciones concienciadas con la conciliación de la vida laboral y personal para que la secunden y llegue al mayor número de personas. Para empezar, han lanzado el 
hashtag #salpuntual, para sumarse a los anglosajones 
#GHOTD y 
#GoHomeOnTimeDay, e invitando a blogs y webs a darle visibilidad en las redes.
No es la primera vez que en este blog hablo de 
conciliación. Ni será la última, me temo. Entre otras cosas porque el tema en este país está lejos de ser una realidad alcanzable para muchos. Para demasiados casos. Más bien se acerca a una 
utopía, un fantasma que recorre las salas de café de tantas y tantas oficinas y centros de trabajo. Hay trabajos y trabajos, claro. Pero como para tantas cosas, los botones de muestra se quedan en excepciones. La conciliación familiar abarca muchas cuestiones, desde las instituciones hasta la concienciación social, pero una de las más importantes son sin duda los 
horarios laborales.
He tenido la tentación de escribir este post centrándome en el 
presencialismo, y lo mal visto que está salir del trabajo 
temprano –entiéndase temprano por tu hora estipulada–. Pero voy a ceñirme a mi situación personal. Porque como decía, hay trabajos y trabajos, y mi caso puede considerarse de hecho una pequeña rareza. Yo celebraré el 24 de septiembre el 
Go Home on Time Day saliendo del trabajo a mi hora estipulada. Como –casi– todos los días. Y es complicado cumplir esto trabajando en la redacción de un diario. Se sabe cuándo empiezas, pero no a qué hora terminas. Pero 
salir a mi hora es algo que llevo haciendo desde hace ya más de 2 años, cuando para poder dedicarme a la crianza de mis mellizos me acogí a una 
reducción de jornada. Con lo que suele 
acarrear esto normalmente.
No es lo normal. En este tipo de trabajos no hay 
hora de salida, es una especie de mezcla entre trabajo 
a turnos y por 
objetivos, que es el cierre de la edición del día. Y como mis compañeros, muchos otros trabajadores de este país no pueden simplemente cumplir con su horario y 'apagar el equipo'. Yo tengo esa... Iba a utilizar la palabra '
suerte', pero no lo es. Ni siquiera es un privilegio. Es un 
derecho. Un derecho que por otra parte me cuesta dinero, posición y expectativas laborales. Pero puedo aseguraros que no me arrepiento ni un solo día de renunciar a estas pequeñas cosas por poder conciliar un poco, por poder disfrutar de mi vida privada y estar con 
mis hijos y 
mi mujer.
El día 24, otro día más, saldré del trabajo a mi hora. 
Puntual. Y valdrá la pena.
¡Que la Fuerza os acompañe!
    
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