No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

152 días

'Zafarrancho de combate' es una de mis expresiones favoritas. De toda la vida. Siempre me han gustado las películas de esas con desembarcos, trincheras, bombardeos, fuego cruzado, y me encantaba fantasear con Midway, Normandía, Navarone, La Colina de la Hamburguesa, La Luna-Santuario de Endor...
Zafarrancho de combate. Desde hace unas semanas, los peques ya están experimentando lo que es comer con cuchara. Primero con fruta, por las tardes, y desde hace unos días, con verduras. Es solo un paso más, pero la diferencia entre el antes y el ahora es bestial. Olvidaos de fuego de mortero, munición de 45mm, tomahawks o torpedos de iones. Pertrechos para la refriega: dos mellizos de 4 o 5 meses, potitos caseros de 3 o 4 variedades de verduras, cucharitas de silicona, baberos, a ser posible plastificados, paciencia, gasas a discreción, 3 o 4 melodías/tarareos variados... ¿He dicho ya paciencia? Pues otra vez; paciencia.

Cada uno de los peques va demostrando su personalidad, diferenciándose del hermano poco a poco, sobre todo en conductas, respuestas y carácter. En principio Luke es el tragoncete, incluso impaciente a la hora de comer. Leia es más tranquila, casi ni se queja. Con la llegada de las papillas, es la que parece que acepta mejor las cucharas. En cuestión de un par de días ya le ha cogido el tranquillo. Su hermano es otro cantar. Pero poco a poco van comiendo mejor. Se nota hasta en los pañales (¡Luke ya está por estrenar los del nº 4!).

Las batallas las está librando la madre mayormente. Yo tengo horario de tarde (hay un post pendiente sobre este tema). Ella sola con los dos. No me preguntéis cómo lo hace. Empezamos con los cereales en la última toma del día, y después con fruta en la de la tarde. A esas horas yo aún estoy en el trabajo. Ahora que hemos llegado a las verduras en el almuerzo, más consistente, yo puedo encargarme de uno de ellos. Y el ritual es como cuando Schwarzenegger se pertrechaba antes de ir al rescate de su hija secuestrada en 'Commando'. Después quedan los restos en el campo de batalla. Baberos empapados, salpicaduras, las tronas, churretes hasta en las orejas...

Los que sois madres y padres ya sabéis de lo que estoy hablando. Zafarrancho de combate.
Luke y Leia. Javier y Ana.
P.D.: Hoy Luke y Leia cumplen 5 meses. 152 días.

Comentarios

  1. Jajaja. Me suena de algo eso de ¡zafarrancho de combate!. La cocina (donde les damos de comer) es "tierra de nadie", las alambradas y las minas acechan, y cuando empiezan a querer comer ellos solos... la comida se combierte en obuses del 115.

    Por cierto, las tronas del Ikea, las más baratas, se limpian en un plis, totalmente recomendables.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! La cosa es tomárselo con calma, paciencia, y mucho sentido común/humor xD
      Las tronas que tenemos son muy prácticas también. Las de Ikea estaban en mente, pero no sé porque nos decantamos por otras. Poco espacio, quizás...
      Un abrazo

      Eliminar
  2. Hay que disfrutar esos días porque se acaban pronto, y te encuentras extrañando cuando empezaban a comer la papilla y justo descubrían que les gustaba la de banana con pera.
    Que nostalgia da.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario