No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

El secreto mejor guardado

Ahora que ya empezó el curso hace un par de meses, y pasó la avalancha de entradas y artículos sobre la vuelta al cole, yo os vengo a hablar de cómo hemos arrancado nuestra experiencia en Primaria. y podría resumir este post en una simple palabra: Secreto. Secretismo total.
Pero quedaría una entrada un poco sosaina. El caso es que los peques no cuentan nada del cole. Con cuentagotas, cada día camino de vuelta a casa apenas puedo sacarles un "Bien", o un "hoy no traigo tarea", un "no me acuerdo", o directamente un "no te lo quiero decir". Al final nos cuentan que han hecho tal o cual ficha, que han tenido mates, inglés o música. Pero poco más. Y nos quedamos con las dudas de siempre, lo que en el fondo nos importa: si han jugado, si se divirtieron lo suficiente, si se portaron bien –lo que se entiende por bien y se puede esperar para un pequeño de casi seis años–, si están contentos con sus compañeros y amigos, si les gustaron sus clases... Secretismo.

Con el paso de las horas y días podemos ir descubriendo que ha pasado algo gracioso –aunque nos lo cuenten a medias o de forma ininteligible–, o que jugaron con su amigo del cole de infantil, o quienes son los compañeros con los que mejor se llevan. Incluso nos enteramos en el almuerzo que una compañera de Leia la había invitado a merendar esa misma tarde... hace días. No hay manera.

Las razones de este secretismo se me escapan. Tengo varias teorías, pero ni soy experto ni tengo capacidad para ello. Puede tratarse de vergüenza, de ser celosos de su entorno, de miedo a defraudar, o una suma de estos y otras motivos. Me decanto por que no asocian la figura de los padres al entorno escolar. Para ellos son ambientes separados, esferas personales y de interrelaciones distintas y muy diferenciadas a sus ojos. Forma parte de su intimidad, y les cuesta abrir puentes entre ambas, son reacios a mezclar.

Así que esos puentes tendremos que intentar tenderlos nosotros, participando en la vida escolar en lo que podamos, aunque sea acompañando. Al final no he tenido mas remedio que meterme a Delegado de la clase de Leia para poder enterarme de algo. Ya os contaré...

¡Que la Fuerza os acompañe!
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Comentarios

  1. Jjejeje bueno eso con el mio es el pan de cada día. Si no es por la agenda y porque en este cole hay mucha interacción en clase con los padres estaría a oscuras! El en el cole "hace cosas normales" y punto!

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    1. Claro. Para ellos es lo normal, lo pasan todos los días. Pero la curiosidad nos puede!!! xD

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