No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

Eligiendo destino

Luke y Leia, "decidiendo" a dónde quieren llevarnos este año de vacaciones. Para leer aun es muy pronto, pero ¡qué les gustan los libros, las revistas y los cuentos!

Por ahora están aprendiendo a no comerse el papel, lo que ya es un avance. Pasan las hojas, recorren las páginas con las manos y los dedos, mientras parlotean sin parar como si discutieran sobre lo que leen. Están jugando, aprendiendo sonidos, palabras -pocas-. Colores, fotos, lugares y sensaciones. De tanto en tanto giran la cabeza al escuchar alguna música de las que les pongo. Hoy Leia ha empezado a bailar al sonar una versión de The Girl From Ipanema. A lo mejor quieren playa...

Y siguen jugando. El pasillo de casa ya tiene kilómetros. Los libros tienen todas las esquinas mordisqueadas, los bloques de madera lo mismo se apilan unos sobre otros, que vuelan por encima de las cabezas. Risas jugando al escondite o a las cosquillas. Luke persigue constantemente a su hermana, o a lo que ésta tenga entre manos. Leia aprende las aventuras de Sunny The Cat. Y mientras tanto, el suelo del salón está lleno de revistas, libros y cuentos...

No sé a dónde nos llevarán, pero ellos ya están eligiendo su destino.

¡Que la Fuerza os acompañe!
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