No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

Cuadros con macarrones #4

Hoy es 19 de marzo, y aunque es mi cuarto día del Padre, no tenía en mente publicar ninguna entrada especial. Estoy bastante entretenido con la iniciativa #PapáAlAparato esta semana, y la verdad es que no se me ocurría cómo celebrar este día tan especial en el blog.
Una de las cosas que hago alguna vez, cuando necesito inspiración, es revisitar entradas antiguas, repasar temas ya publicados. Y esta mañana me he visto repasando los post que escribí en anteriores días del Padre. Desde lo raro que me sentí el primer año, disfrutando de los peques, a lo consciente que era el año pasado, de que esto es sólo un día más para celebrar como el resto del año, y que quien de verdad tiene todo el mérito son los padawanes y la Maestra-Jedi. En realidad yo solo dejo pasar el tiempo, improvisando y siguiendo mi instinto.

Esta mañana, Leia no ha amanecido en nuestra cama, la 'cama grande', pero ha sido Luke el que ha venido a despertarme. Como cada día, he tenido mi horita express con ellos, hasta dejarlos en el cole. Y hoy no trabajo, así que pasaré toda el día con ellos. De vuelta a casa, solo, no he podido evitar pensar si en clase sus seños los pondrán a preparar algún regalito para los papás. El típico cuadro de macarrones, o el –viejuno– cenicero de arcilla con la huella de su mano, o un dibujo. En realidad lo único que espero con ilusión es llegue el momento en el que ellos sean conscientes del Día del Padre, y me feliciten. Me gusta recibir llamadas y mensajes por este día, felicitaciones en las redes, por whatsapp, cara a cara. Y lo agradezco. Pero en realidad todo es por ellos, mis padawanes.
Luke y Leia son mis compañeros, son los que me enseñan, y muchas veces son los que me corrigen y me dan un baño de realidad para que no me pierda. Pero la que hace este viaje junto a mí es la Maestra-Jedi. Sin ella me sería imposible todo. Muchas veces pienso que una de mis aspiraciones es simplemente hacer sentir orgullosa a mi mujer, a la madre de mis hijos. Que lo que intento es estar a su altura, para que se alegre de tenerme de compañero, y como padre de sus hijos. Y que se sienta satisfecha, orgullosa y feliz de estar conmigo. Mi universo gira alrededor de mis padawanes, pero yo no podría girar sin la Maestra-Jedi.

Te quiero, Ana.

¡Que la Fuerza os acompañe!
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