No es por ti, es por mí...

Yo soy el que tiene prisa . Yo soy el que tiene el reloj en la cabeza. Tic Tac Tic Tac detrás de los ojos. Yo soy el se pone de los nervios si te pones la camiseta o los zapatos al revés, si no te subes la cremallera, si no te abrochas el botón. Yo soy el que quiere que salgamos ya, el que quiere que estés preparado para salir ya . Yo soy el que se desespera porque tu hermana tarda en acabarse la leche. Porque tu hermano quiere vestirse conmigo al lado. Yo soy el que tarda un segundo de más en darme cuenta y en pedirte perdón por tirarte del pelo al hacerte la coleta . Y en darte un beso para que me perdones, aunque no haga falta . Yo soy el que olvida estas cosas. El que deja que las prisas me hagan olvidar lo que realmente tengo que hacer. Lo que necesitáis. Yo soy el que se olvida de lo importante que es ese Pikachu, ese dinosaurio, esa tarjeta. Lo importante que es irnos al cole con ese muñeco al que agarrarse. Iluso. Yo soy el que no se para a desear de verdad buenos

Casi 3 años dan para mucho: 250 entradas

Doscientas cincuenta entradas, desde la primera allá por octubre de 2011, inaugurando el blog con una ecografía de los pequeños padawanes. Y ha dado tiempo a un buen puñado de experiencias, alegrías y curiosidades. He sentido envidia de no notar sus movimientos en la barriga de la Maestra Jedi, miedo por la amenaza de parto prematuro, desesperación por eso llamado burocracia, y hasta asombro por lo penoso de la conciliación familiar.

Doscientas cincuenta entradas, como la que cuento el vuelco total que dio todo mi universo, después de ese 3 de diciembre de 2011. Los primeros miedos, las primeras sonrisas y lágrimas, el primer día del padre, o su primer cumpleaños. La de cómo decidí acogerme a una reducción de jornada, y el rechazo que encontramos por ello. Los temas han variado mucho, desde curiosidades sobre los preparativos o los primeros avances de los pequeños, hasta post más comprometidos sobre corresponsabilidad, conciliación familiar, crianza, o sobre el adjetivo 'padrazo' que aún se empeñan en aplicarnos. Incluso ha habido tiempo para reinventar el blog con nuevos bríos, tras conocer a otros papás blogueros y toda la comunidad maternal en la red, o para unirme a grupos geniales con mi primer #ViernesDandoLaNota, el primer #MiércolesMudo, o el primer #SábadoDeSensaciones.

Doscientas cincuenta entradas, siempre intentado contar las cosas desde mi punto de vista particular, un poco "friki", y con sentido del humor y ternura, como los juegos entre hermanos, o la envidia que me producía cierto cinturón que imitaba las pataditas del bebé en una embarazada, o las primeras palabras del pequeño Luke. Los avances de los pequeños nativos digitales con los gadgets que tenemos por casa, o cómo empezaron en las clases de inglés para bebés, y los increíbles progresos que han conseguido siendo tan pequeños aún. O cómo, después de dos años, rememoraba cómo viví y cómo sentí el día que nacieron mis mellizos.

Doscientas cincuenta entradas como la de mi confesión.

Doscientas cincuenta entradas, como la de nuestra pequeña escapada a Londres con los peques el verano pasado, y su primer viaje en avión, u otras más mundanas como momentos agotadores, o episodios más problemáticos como los que nos dan los terribles dos años y los berrinches, episodios que nos llevan al lado oscuro, que no va a ser siempre post alegres y divertidos. Aunque también pueden ser los maravillosos dos años, y proporcionarte situaciones cómicas y geniales. Porque a veces no somos conscientes de lo que supone la suerte de tener mellizos. Y hasta me permito a veces el lujo de dar consejos y guías –¡infalibles!– como un gurú de tres al cuarto. O denunciar la mentira de la conciliación, o revindicar el papel social de la paternidad activa en este país.
Y también ha habido tiempo para salir de este espacio virtual, y hacer algunas pequeñas apariciones en la radio, hablando sobre corresponsabilidad o sobre múltiples en el programa de RNE Radio 5 'Somos Padres'. O en el programa de televisión de Canal Sur TV '#enRed', entrevistado para su sección 'Blogueros andaluces'. O uno de los momentazos, cuando este blog fue galardonado en la IV Gala de Premios Blogosur como "Mejor Blog de Sevilla 2014". Algo increíble, y por lo que nunca podré dejar de estar agradecido a todos.

Doscientas cincuenta entradas ya. Pero lo importante es que han servido para acompañar estos más de dos años y medio que ya tienen los pequeños padawanes. Y para hacerme más consciente de todo lo que pasa alrededor suyo, ayudándome madurarlo todo, a pararme a pensar y repensar en cosas en las no me pararía de no ser por tener el blog. Vamos a por la doscientos cincuenta y una...
¡Que la Fuerza os acompañe!

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